Por su propia naturaleza, cada partitura con escritura no convencional
posee un mundo gráfico –y como consecuencia sonoro- muy determinado,
exclusivo y singular, de ahí que suela introducirse, a la manera de un
prólogo, un cuadro de indicaciones aclaratorias sobre la comprensión de
los signos, señales, símbolos y estructuras. De todos modos, la propia
sugerencia sonora del gráfico hace que sea propio de este tipo de música
ser estudiada de una manera más bien subjetiva –todo lo que las reglas
del juego establecido entre el compositor y el intérprete lo permitan-,
aprovechando la experiencia que el estudio de otras obras pueda
proporcionar, pero sin separarse nunca del valor intrs de la enseñanza
del solfeo. a lectura y escritura se ha desarrollado a travs pueda
proporcionar, pero sin seprarse , es decir,ínseco de cada pieza.
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