Expresión y Apreciación Artísticas
Está orientado a
potenciar a los niños actitudes de sensibilidad, iniciativa, curiosidad,
espontaneidad, imaginación, gusto estético, creatividad, mediante
experiencias que propicien la expresión personal a través de distintos
lenguajes, así como el desarrollo de las capacidades necesarias para la
interpretación y apreciación de producciones artísticas.
El trabajo pedagógico con la expresión y la apreciación artísticas en la educación preescolar se basa
en la creación de oportunidades para que los niños hagan su propio
trabajo, miren y hablen sobre él y sobre la producción de otros. Las
actividades artísticas contribuyen a su desarrollo integral porque
mediante ellas:
. Expresan sus sentimientos y emociones,
aprenden a controlarlos y a reconocer que pueden expresar y manejar
tantos sentimientos negativos como de gozo a través de una acción
positiva.
. Practican y avanzan en el control muscular y fortalecen la coordinación visual y motriz;
aprenden a utilizar instrumentos (tijeras, brochas, pinceles, crayolas,
títeres y otros objetos), habilidades que favorecen el desarrollo de
otras más complejas. Desarrollan las habilidades perceptivas (forma,
color, líneas, texturas) como resultado de lo que observan, escuchan,
palpan, y tratan de representar a través del arte (pintando, dibujando,
cantando, bailando, modelando, dramatizando).
. Tienen oportunidad de elegir: qué
colores usar, cómo construir- un muñeco guiñol, un juguete, un objeto de
barro-, cómo pegar piezas entre sí, y tomar decisiones.
. Se dan cuenta de que otros tienen
diferentes puntos de vista y formas de expresarse, aunque el motivo de
la creación artística sea común. Mientras aprenden a valorar la
diversidad.
. Desarrollan la idea de que a través
del arte se transmite la cultura. Cuando tienen oportunidad de apreciar
arte del pasado, pueden también formarse una idea de sus orígenes y de
ellos mismos.
.Experimentan sensaciones de éxito. En
virtud de que el arte es abierto a quien lo crea, todos los niños
experimentan la satisfacción de sus producciones. Por ello las
actividades artísticas son particularmente valiosas para los niños con
necesidades educativas especiales.
LA EXPRESIÓN Y APRECIACIÓN ARTÍSTICAS CONSTA DE 4 ASPECTOS:
1-EXPRESIÓN Y APRECICIACIÓN MUSICAL.
2-EXPRESIÓN COPORAL Y APRECIACIÓN DE LA DANZA.
3-EXPRESIÓN Y APRECIACIÓN VISUAL
4-EXPRESIÓN DRAMÁTICA Y APRECIACIÓN TEATRAL
1-EXPRESIÓN Y APRECICIACIÓN MUSICAL.
2-EXPRESIÓN COPORAL Y APRECIACIÓN DE LA DANZA.
3-EXPRESIÓN Y APRECIACIÓN VISUAL
4-EXPRESIÓN DRAMÁTICA Y APRECIACIÓN TEATRAL
EXPRESIÓN Y APRECIACIÓN MUSICAL:
Desde los primeros meses de vida los
niños y las niñas juegan con su cuerpo, centran la atención visual y
auditiva en objetos coloridos o sonoros, reaccionan emocionalmente hacia
la música y el canto y se expresan a través del llanto, la risa, la voz.
Conforme crecen y viven experiencias
estimulantes, se suman al canto de otros repitiendo las sílabas finales o
las palabras más usuales, cantan e inventan canciones,
se mueven con soltura al escuchar música, imitan movimientos y sonidos
de animales y objetos, representan situaciones reales o imaginarias y se
transforman (en otros personajes) o transforman objetos (usan un palo
como caballo, una caja como televisión) a través del juego simbólico.
La mayor parte de los niños comienzan a
cantar creando canciones espontáneas o repitiendo fragmentos de tonadas
conocidas. Hacia los tres o cuatro años de edad las canciones
espontáneas suelen reemplazarse con canciones tradicionales de su
cultura. Los niños pueden captar si las frases son rápidas o lentas, si
suben o bajan de tono, sin incluyen pausas largas o cortas entre tonos.
Aunque no consigan mantener exactamente una nota pueden dominar el
texto, los cambios de tono de la frase y el ritmo superficial de la
canción; además, les gusta utilizar instrumentos para acompañar su
canto.
EXPRESIÓN CORPORAL Y APRECIACIÓN DE LA DANZA:
La construcción de la imagen corporal en
los niños se logra en un proceso en el cual van descubriendo las
posibilidades que tienen para moverse, desplazarse, y comunicarse a
través del cuerpo, así como controlarlo (por ejemplo, en juegos como
“las estatuas”).
Estas capacidades de control y auto regulación se propician, sobre todo, mediante la expresión corporal y el juego dramático.
Por lo anteriormente señalado, los niños
necesitan ocasiones para jugar, cantar, escuchar música de distintos
géneros y bailar, porque de esta manera enriquecen su lenguaje;
desarrollan la capacidad de percibir el ritmo y la armonía, así como la
memoria, la intención, la escucha la expresión corporal, y la
interacción con los demás.
EXPRESIÓN Y APRECIACIÓN PLÁSTICA:
Como parte de sus experiencias más
tempranas, los niños manipulan instrumentos –cuando éstos están a su
alcance – que les permiten trazar líneas y formas; empiezan a usarlos
como herramientas para explorar su entorno, al principio centrándose más
en los movimientos físicos que en los trazos que realizan, y luego
pasan de los garabatos hacía ale trazo de formas más organizadas y
controladas. Conforme crecen son capaces de crear representaciones
reconocibles en los objetos de su entorno; la forma predomina sobre el
color y éste no suele tener relación con el objeto representado. Así el,
color que utilizan los pequeños puede ser elegido simplemente porque es
el que está disponible o tal vez porque sea de su preferencia.
Hacia los cuatro años, los pequeños se
interesan más por las líneas, las formas y los colores que por las
acciones motrices en las que se centraban antes; el proceso de creación
personal (arcilla, arena, masa, pinturas, pinceles, entre otros) como
ellos deseen y a su propio ritmo, permiten que vayan descubriendo la
diversidad de efectos que pueden lograrse (mezclando colores,
produciendo formas), que adquieran gradualmente las habilidades
necesarias para manejar con facilidad las herramientas de la expresión plástica, y empiecen a experimentar algunas técnicas básicas para su producción (pintar con los dedos, con pincel, crayola, etcétera).
EXPRESIÓN DRAMÁTICA Y APRECIACIÓN TEATRAL:
En el juego dramático los niños integran
su pensamiento con las emociones. Usando como herramienta el lenguaje
(oral, gestual, corporal), son capaces de acordar y asumir roles,
imaginar escenarios, crear y caracterizar personajes que pueden o no
corresponder a las características que tienen originalmente (en la vida
real, en un cuento).
Las actividades de representación
teatral, además de los aportes que ya se han señalado, constituyen un
medio en el que pueden confluir la música, la plástica, la danza y la
literatura; ello depende de la forma de cómo se organice el trabajo con
los pequeños y, sobre todo, de las posibilidades reales que tengan para
participar en su preparación y desarrollo; es decir, se trata de que
ellos participen en la elaboración del escenario, en la distribución de
roles, la confección del vestuario o de los personajes (que pueden ser
títeres), y no sólo de que participen en la puesta en escena.
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